Investigadores de Reino Unido estudiaron durante dos décadas el comportamiento cardíaco de más de 11.000 jugadores adolescentes
Un estudio realizado por investigadores británicos reveló que el cribado cardíaco, que de manera rutinaria se realiza una sola vez a los deportistas, no es capaz de determinar ni prevenir la mayor parte de los casos de riesgo de muerte súbita adolescente durante el ejercicio.
La investigación se llevó a cabo durante más de dos décadas en el Reino Unido y requirió de un seguimiento a los exámenes de más de 11.000 jugadores adolescentes de fútbol. De acuerdo con lo publicado en el New England Journal of Medicine, ocho pacientes que formaron parte del estudio fallecieron por muerte súbita, a pesar de que seis de ellos habían superado con éxito el cribado cardíaco que les fue realizado una sola vez, en la que se utilizó tanto electrocardiogramas como ultrasonido.
La inconsistencia del único examen se apreció también porque sus resultados indicaban que 1 de cada 266 jugadores tenía un problema cardíaco que podía causarle la muerte súbita pero, afortunadamente, solo 1 de cada 1.396 falleció repentinamente durante el período estudiado.
El doctor Sanjay Sharma, uno de los autores principales del estudio e investigador de la Universidad de Londres, declaró a la agencia Reuters que “esto es muy importante porque nos aclara que un solo resultado en un adolescente puede no ser suficiente y que las evaluaciones en serie pueden ser necesarias”.
“Estos son jugadores de fútbol de élite, pero si se incluyen a todos los niños que juegan fútbol creemos que este es un cálculo mínimo de la muerte cardíaca. Esta es la punta del iceberg”, precisó.
Al conocer estos resultados, la Asociación de Fútbol Inglés, que contribuyó en parte con el financiamiento de este estudio, anunció su decisión de intensificar su convocatoria de pruebas. De acuerdo con lo que detalla Reuters Health, “la asociación ahora recomienda ambas pruebas a los 16 años, con seguimiento en las edades 18, 20 e incluso 25 porque los problemas cardíacos pueden desarrollarse en la adultez temprana”.
Consultada por la agencia de noticias sobre este tema, la doctora Naomi Kertesz, cardióloga pediátrica del Centro Cardíaco del Hospital Nacional de Niños en Columbus, Ohio -que no participó en la investigación- la calificó como “un estudio increíblemente importante porque ha habido una discusión sobre la utilidad del cribado que se ha dado durante mucho tiempo”.
Al mismo tiempo, la especialista agregó que estos datos pueden ser traducidos también como una muestra de la importancia de fomentar la necesaria presencia de desfibriladores externos automáticos en los entrenamientos y partidos, así como capacitar a técnicos y entrenadores para poder responder ante una situación de emergencia.
Según precisan los conclusiones del estudio en el New England Journal of Medicine, la falta de un registro sistemático de las muertes de atletas por paro cardíaco ha dificultado la estimación de un riesgo promedio. Cifras de la Asociación Inglesa de Fútbol, que desde 1997 realiza un programa obligatorio de exámenes cardíacos para jugadores prometedores, estiman que 2,4% de los niños que han examinado tenía algún tipo de condición cardíaca y solo 0,38% fueron identificados con algún problema de muerte súbita, lo que equivale a 42 de los jugadores que han sido evaluados en total. Dos de ellos continuaron jugando en contra del consejo médico y ambos murieron por un paro cardíaco repentino.
“No podemos predecir lo que le habría pasado a los otros 42 si no hubieran sido identificados, pero es posible que el programa de detección haya evitado algunas muertes“, concluyó Sharma, por lo que exhortó a aumentar su precisión realizando las pruebas con más frecuencia.
Lea también: Deportología pediátrica: motivos de consulta y recomendaciones para la atención primaria
Suscripción exitosa
¡Muchas gracias por suscribirte
a nuestro newsletter!