Las precarias condiciones de salubridad y el hacinamiento son algunas de las causas deesta problemática.
Un estudio elaborado por miembros del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas del Sudeste (Conicet) revela que más de la mitad de la población menor de 15 años que reside en Puerto Iguazú, provincia de Misiones, Argentina, es víctima de algún tipo de parasitosis intestinal.
Los datos de este ensayo fueron obtenidos en un trabajo realizado en la Triple Frontera, punto geográfico en que convergen los límites de Brasil, Paraguay y Argentina. Para elaborarlo, los científicos llevaron a cabo un trabajo de campo que medió por la atención a 450 niños de Puerto Iguazú, además del levantamiento de información sobre las condiciones de vida e higiene de los pequeños, así como de la calidad del agua que consumen y otros aspectos básicos de salubridad.
De acuerdo con la investigación, que fue publicada por la revista PLOS, los altos índices de infección por parásitos detectados en esta población van de la mano con las condiciones externas en que se desarrolla la vida de los niños afectados y de sus familias.
Las investigaciones revelaron que 40% de quienes fueron considerados para el estudio no cuenta con acceso a agua segura ni a redes cloacales. Además, se indica que más de 20% convive con animales de granja y que en 80% de los casos tienen perros como mascotas. Estos datos resultan significativos, sobre todo al considerar que la principal forma de transmisión de parásitos en personas ocurre “por medio de alimentos o aguas contaminados con materia fecal que contiene los huevos de los parásitos”, según se indica en el glosario digital del Ministerio de Salud de Argentina. Las medidas de higiene y la potabilidad del agua resultan, pues, claves para la prevención de esta enfermedad.
Además, el informe añade una precaria situación laboral en la mayor parte de las familias consultadas, a lo que suma condición de hacinamiento en 53% de los hogares de los niños que formaron parte del estudio.
Gracias a los resultados del estudio, los investigadores crearon mapas de riesgo en la ciudad de Iguazú y pudieron reafirmar la importancia de considerar múltiples casos y determinantes en la propagación de la parasitosis intestinal en Argentina. Así se detalla en el informe de Conicet, donde la investigadora del Instituto Nacional de Medicina Tropical, Romina Rivero, declara que “analizar la contaminación ambiental con estructuras parasitarias permitió evidenciar perfiles compartidos entre los niños y su entorno cotidiano. Es una forma indirecta de conocer qué grupos desafían la salud infantil en diferentes regiones”.
Diarrea, vómitos, dolor abdominal, picazón anal, sangrado intestinal, desnutrición, anemia, pérdida de peso o del apetito son algunos de los síntomas comunes asociados a los distintos tipos de parasitosis, que deben ser tratados cuanto antes para evitar la transmisión y el recrudecimiento de las consecuencias de los parásitos en niños.
La parasitosis intestinal es toda nfección causada por parásitos que se alojan principalmente en el sistema digestivo. Según el Ministerio de Salud de la Nación, afectan principalmente a los niños, entre 1 y 5 años, y los parásitos más frecuentes son Oxiurus, Ascaris, Giardias.
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