Como ocurre todos los años se conmemora este 12 de noviembre un nuevo Día Mundial contra la Neumonía. La efeméride busca despertar conciencia acerca del profundo impacto que tiene a nivel global esta patología. Las muertes por neumonía se han incrementado notoriamente en el último tiempo debido a la pandemia por COVID-19. En 2021 los decesos ascendieron a seis millones en todo el planeta. Desde la Asociación Latinoamericana del Tórax (ALAT) piden que los gobiernos, y otras partes interesadas, tomen medidas urgentes para abordar la neumonía. Consideran que el foco debe estar puesto en aquellos que tienen mayor riesgo de sufrir una enfermedad grave.

Cada segundo cuenta para luchar contra la neumonía

La asociación se encarga de aportar datos elocuentes. Lamentablemente, en 2019 la neumonía ya generaba la muerte de 2,5 millones de personas en todo el planeta. Alrededor de 672.000 eran niños. Durante ese año, la neumonía se llevó la vida de un niño o niña menor de 5 años cada 47 segundos.

La situación y las estadísticas han empeorado de la mano de la pandemia por COVID-19. La profundización de situaciones desfavorables, tales como la contaminación ambiental, malas condiciones de vida asociadas a conflictos y al cambio climático, tienen un efecto sinérgico y ponen a millones de personas en riesgo de infección.

Preocupan especialmente las edades extremas de la vida, debido a la mayor posibilidad de enfermedad severa. Además de la elevada mortalidad asociada, las neumonías desencadenan una importante morbilidad en el largo plazo. Quienes las padecen en los primeros años de vida, tienen un mayor riesgo en edades adultas para desarrollar enfermedades pulmonares crónicas. Entre ellas sobresalen el asma bronquial y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).

El impacto es mayor en poblaciones más pobres de los países de bajos y medianos ingresos. Allí imperan generalmente bajas tasas de vacunación contra la neumonía, desnutrición infantil, mayor exposición a humo del cigarrillo y mayor contaminación ambiental. “En adultos mayores de 50 años, cerca de la mitad de las 1,6 millones de muertes por neumonía son atribuidas a contaminación o tabaquismo”, comentan desde la ALAT.

La prevención y el tratamiento de la neumonía al alcance de todos

En esta convocatoria el Foro Internacional de Sociedades Respiratorias (FIRS, según sus siglas en inglés) hace un llamado para fortalecer los sistemas sanitarios. La entidad considera vital la provisión de vacunas, antibióticos y sistemas de suministro de oxígeno para todos. La actual pandemia por COVID-19 ha expuesto las inequidades que existen entre países desarrollados y en vías de desarrollo.

“Aunque la falta de oxígeno siempre ha sido un problema clave en los países de bajos y medianos ingresos, el COVID puso de manifiesto esta brecha”, señala la Dra. Heather Zar, presidenta de la FIRS. Además, agrega que “existen 7 millones de niños hospitalizados con neumonía por año que requieren oxígeno y los estudios muestran que mejores sistemas de oxígeno pueden reducir la mortalidad por neumonía infantil en un 50 % o más”.

Lo mismo sucede con la disponibilidad de antibióticos y con las vacunas. Han existido importantes avances en el desarrollo de estas últimas para prevenir las neumonías. La puesta en marcha de programas de vacunación contra los gérmenes comunes que causan neumonía -tales como neumococo, sarampión, Haemophilus influenzae tipo b, tos ferina, difteria, influenza y SARS-CoV-2- han contribuido a la reducción de la mortalidad infantil por neumonía.

Sin embargo, durante la pandemia de COVID-19 la cobertura de la vacuna antineumocócica conjugada (PCV por sus siglas en inglés) disminuyó en 46 países del planeta. El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha emitido una alerta por la situación. Pronostica un aumento en las muertes infantiles, si no se toman medidas urgentes para vacunar a estos niños. Actualmente solo el 51% de los niños del mundo reciben PCV.

¿Qué se puede hacer para controlar la enfermedad?

El FIRS brega por un acceso equitativo a vacunas, antibióticos y oxigenoterapia. Pero también pide por una adecuada nutrición que permita proteger a los niños y niñas frente a la neumonía. Considera que debe incluir: lactancia materna exclusiva durante los primeros 4 a 6 meses de vida, además de alimentación complementaria adecuada y suplementos de vitamina A. “Evitar la desnutrición infantil es un tema prioritario y urgente”, dicen desde la entidad.

La prevención de la transmisión maternoinfantil del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), o la disminución en la exposición al humo del tabaco, son también capaces de modificar las preocupantes estadísticas. “Todos tenemos un papel que desempeñar para poner fin a las muertes por neumonía para 2030”, comentan los organizadores de la convocatoria.