La Sociedad Argentina de Terapia Intensiva (SATI) desarrolló un webinar llamado Fortalezas y debilidades de las vacunas contra la COVID-19
La Sociedad Argentina de Terapia Intensiva (SATI) desarrolló un webinar llamado “Fortalezas y debilidades de las vacunas contra la COVID-19“. Allí, disertaron destacados profesionales de la salud. Entre ellos, Marta Cohen, patóloga pediátrica y directora clínica de Farmacia, Diagnóstico y Genética del Hospital de Sheffield y profesora honoraria del Departamento de Oncología y Metabolismo de la universidad del mismo instituto. La charla de la especialista se tituló “Dificultades en la implementación de una estrategia mundial de vacunación contra la COVID-19“.
La doctora Cohen se refirió a los problemas de logística que conlleva, para los diversos países, implementar la campaña de vacunación contra la COVID-19. En este marco, los países centrales gozan de mayores recursos para afrontar este esfuerzo que los países de ingresos medios y bajos.
Entre las dificultades de logística para la vacunación masiva mundial, la doctora Cohen expresó que es necesario pensar en la cantidad de personal que se necesita para administrar entre 250 a 500 vacunas por día. “En el Reino Unido, actualmente, se administra un promedio de 150 vacunas por minuto”, resaltó la experta.
También, es importante considerar la capacidad de almacenamiento, la cual está estrechamente vinculada con la refrigeración.
La vacuna de Pfizer requiere de una refrigeración de -70°C, mientras que la de Moderna de -18°C. “No hay posibilidad de errores con respecto a la refrigeración”, subrayó la doctora Cohen. Y agregó que Pfizer, por ejemplo, utiliza DHL para la refrigeración de las dosis y construyó grandes freezers para su almacenamiento.
Asimismo, detalló que cuando se compran las inmunizaciones de Pfizer también es necesario contratar los servicios de una empresa de Islandia, que realiza el monitoreo necesario para que cada paquete de vacunas conserve la temperatura de -70°C.
La patóloga pediátrica aseguró que uno de los mayores problemas es la falta de jeringas y agujas porque no se ha producido la cantidad suficiente. También, indicó que se necesitan los frascos para envasar las vacunas.
Además, aseveró que es de vital importancia desarrollar un software que permita disponer de una base de datos para convocar a vacunarse a los distintos grupos de la población. En este sentido, cabe preguntarse: ¿Cómo se los va a convocar?
El entrenamiento para la administración y la manipulación de las vacunas es otro punto relevante. Es preciso recordar que la vacuna de Pfizer, una vez descongelada, puede permanecer solo 5 días en la heladera. Asimismo, deben ser fraccionadas y administradas entre las 24 y 48 horas.
Por su parte, la vacuna de Moderna, que comenzó teniendo que ser preservada a -70°C, ha visto mejorada su calidad y ahora se puede conservar a -18°C. Una vez descongelada, puede almacenarse en la heladera por un mes. El traslado y aplicación de esta vacuna resulta más factible puesto que requiere de un menor índice de frío.
En cuanto a la producción, la doctora Cohen estimó que para fines del 2021 se habrán producido 10.000 millones de dosis, pero en los 194 países de la Organización Mundial de la Salud (OMS) se prevé que se necesitarán 15.600 millones de dosis. Es decir que la cantidad producida no podrá suplir la cantidad demandada. “No va a ser suficiente para alcanzar la inmunidad de rebaño, que implica tener vacunada a 2/3 partes de la población mundial”, indicó la especialista.
Para lograr la inmunidad de rebaño debe vacunarse un 60% de la población mundial, mínimamente. Pero, frente a esto, se plantean varias dificultades.
En primer lugar, que en continentes como África los calendarios de vacunación no se siguen tan estrechamente.
En segundo lugar, que las campañas anti-vacunas, impulsadas por fake news que no se ciernen a datos científicos ni oficiales sino a meras creencias, han desacreditado la importancia de las vacunas. Esto contribuyó a que, en Europa, solo el 59% de la población perciba a las inmunizaciones como seguras.
En tercer lugar, que durante el año 2020 la vacunación de niños disminuyó un 73% en todo el mundo.
Según datos proporcionados por la doctora Cohen, se necesitan 8.000 vuelos de Boing 147 para transportar la cantidad necesaria de vacunas en un año, lo cual resulta oneroso y contaminante para el medio ambiente.
Los países desarrollados, que concentran el 14% de la población mundial, han comprado el 51% de las vacunas. Canadá, Estados Unidos y Reino Unido obtuvieron la mayor cantidad de dosis por adelantado (entre 6 y 9 dosis por persona).
Latinoamérica, por su parte, se encuentra décima tercera, con entre 1 y 2 dosis compradas con antelación por persona. México (fuera de los acuerdos latinoamericanos) y Brasil se ubican en el décimo quinto y décimo segundo lugar, respectivamente.
Los países ya habrían reservado la adquisición de 10.000 millones de vacunas, es decir, la producción total de vacunas de 2021.
El 30 de diciembre de 2020 Reino Unido aprobó la administración de la vacuna de Oxford con hasta 3 meses de intervalo. La mayor inmunidad se da cuando el intervalo entre la primera y segunda dosis es de entre 8 y 12 semanas.
También, aprobó la vacuna de Pfizer con 3 meses de diferencia. Sin embargo, no hay evidencia que afirme que administrar la segunda dosis de esta vacuna a los 3 meses sea eficaz. En este sentido, existe información proporcionada por el gobierno de Israel que expresa que las personas vacunadas con la vacuna de Pfizer, luego de la primera dosis, solo obtuvieron un 33% de inmunidad.
“Esto maximiza la exposición del virus a un sistema inmune que es deficiente porque tiene inmunización parcial. Entonces, resulta un ámbito ideal para generar linajes nuevos y más resistentes del virus”, arguyó la doctora Cohen. Y añadió que, por este motivo, diversos médicos y líderes de la oposición han pedido al primer ministro que deponga este plan.
En tanto, los desarrolladores de la Sputnik V han logrado cambios en la preservación de la vacuna pues pasó de requerir ser mantenida a -70°C a poder ser preservada entre los 2° y –8°C.
“La vacuna Sputnik V fue convertida en una masa seca que luego debe ser diluida. Esto facilita su transporte, lo que la hace menos onerosa. Se estima una producción de 6 millones de dosis de esta vacuna por mes”, finalizó la doctora Cohen.
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