El ultrasonido es un estudio de diagnóstico por imágenes no invasivo, libre de radiación y accesible en la mayoría de los centros sanitarios. Algunos avances tecnológicos -como por ejemplo el desarrollo de mejores transductores, o mayor portabilidad- han posibilitado su inserción en unidades de emergencias, salas de cuidados críticos, pabellones quirúrgicos e incluso en el ámbito prehospitalario. En esos sitios la ecografía permite realizar diagnósticos y guiar procedimientos, directamente en el lugar de atención, de una manera más oportuna. Además, constituye una herramienta útil al momento de la evaluación clínica de los pacientes y facilita en gran medida la toma de decisiones.

Pero una incógnita persiste. Tiene que ver con el rédito que obtienen médicos y médicas, no especialistas en radiología, al utilizarla en los citados escenarios ¿Resulta similar al de los profesionales especializados? Un estudio, en el que participan cirujanos torácicos y residentes de cirugía general, refleja que al menos para la ecografía torácica así sucede.

Indicaciones de la ecografía torácica

La evidencia surge de un artículo publicado recientemente en la revista Respirar. Lleva la firma en primer término del Dr. Diego Paredes Gallardo, integrante del departamento de cirugía torácica del hospital San Juan de Dios (Chile). Se trató de un estudio de cohorte retrospectivo que incluyó a 100 pacientes. Allí se analizaron igual número de ecografías torácicas, llevadas a cabo durante 2021 en dicho hospital. En su mayoría fueron realizadas en varones (63%) y la mediana de edad era de 60 años. La sospecha de patología pleural resultó ser la causa más frecuente de indicación del ultrasonido (85%). Otros diagnósticos consignados fueron fracturas costales, absceso pulmonar o linfoma torácico, entre otros.

Los hallazgos ecográficos fueron comparados con los resultados de tomografías axiales computarizadas de tórax, disponibles para estos pacientes. De ese modo se observó que la sensibilidad de la ecografía torácica fue del 85% [IC 0.76 – 0.91], la especificidad del 33% [IC 0.07 – 0.7], el valor predictivo positivo del 93% [IC 0.85 – 0.97] y el valor predictivo negativo del 18% [IC 0.04 – 0.43]. Los autores comentan que el rendimiento de la ecografía torácica fue similar al descripto en la literatura. Esto a pesar de no haber sido realizada por médicos especialistas en radiología.

Es factible cambiar conductas terapéuticas

Alrededor de un 83% de los procedimientos motivaron cambios en la conducta terapéutica para los pacientes. Fue factible indicar, o evitar, la colocación de tubos de drenaje pleural, ofrecer resolución quirúrgica cuando era necesaria, cambiar vía de abordaje para biopsias, o definir mejor sitios para punción de toracocentesis.

Los autores comentan que el porcentaje de complicaciones fue del 1%. El evento correspondió a una complicación hemorrágica, que demando resolución quirúrgica bajo anestesia general. Sucedió cuando se estaba ascendiendo en la curva de aprendizaje de esta técnica. Fue secundario al procedimiento guiado por imágenes (biopsia percutánea) y no a la conducta posterior al uso de ecografía.

Insistir con el aprendizaje de la ecografía torácica

“Observamos que la ecografía es una herramienta útil para el diagnóstico y permite una mejor toma de decisiones”, comenta el Dr. Paredes Gallardo. Y agrega que “resulta, además, un método seguro como guía para procedimientos invasivos”. El especialista menciona que en el trabajo se observó una disminución de la sensibilidad, y del valor predictivo positivo, cuando el procedimiento era realizado por médicos en formación.

Además, subraya que los cirujanos torácicos fueron más propensos a cambiar conductas terapéuticas según los hallazgos ecográficos. “Los residentes en formación pueden tener menos experiencia interpretando imágenes y, además, suelen ser más cuidadosos a la hora de comprometerse con un cambio abrupto del manejo clínico”, explica el Dr. Paredes Gallardo. En las conclusiones del trabajo, y dada la utilidad de la técnica, se pide insistir en aquellos cirujanos en formación con el aprendizaje supervisado de la ecografía torácica.